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domingo, 24 de febrero de 2013

Manzanitas



Hablemos a voz en grito de las manzanitas. Se dice, se comenta en voz baja, pero la horda da tanto miedo que hay que refugiarse en internet para evitar el linchamiento. Aquí escondididito, me voy a quedar a gusto. A ver: el usuario medio de las manzanitas Apple es tonto. Sus usuarios más avezados y cabreros son los gafapastrosos y su versión evolucionada y mejorada por los ingenieros de la originalidad en lata: el nerd y el hipster, criaturas hibridadas y a veces indistinguibles. Su Dios muerto, el señor Jobs, ideó a golpe de látigo la mejor idea posible del universo de lo vendible:

“Eh, hagamos cacharros preciosos. Hagamos cacharros buenos pero por encima de todo, hagámolos bonitos. Hagamos publicidad de cojones y hagamos que quien no tenga uno, lo desee desesperadamente. Y mejoremos todo esto. Hagamos que quien ya tenga uno, quiera comprarse otro que tendrá nuevas chorradas. Mejor que todo: vendamos productos capados y luego, vendamos lo mismo, más caro, haciéndoles creer que tienen cosas que no tenían ya. Haremos esto tan bien que tener uno de nuestros cacharros será como ser miembro de una religión”.

Y, querido lector, así se hizo. Cada usuario no sólo realiza publicidad gratis cada vez que saca su portátil o teléfono, sino que querrá convencernos de que tenemos que tener uno. Vamos, que el usuario medio de la manzanita es como un comercial de ONO (de esos que ponen sus stands en la calle o van de puerta en puerta) que no cobra.

Las vergüenzas de la manzanita son vastas. Aparte de ser una especie de secta ultramillonaria con sus particulares yihadistas, sus maquinitas son insultantemente chic:


  1. El ipad, un telescketcher con internet que te hace parecer la mar de sofisticado aunque vayas en chándal. Tiene un hermano pequeño, doblemente inútil e incómodo.

  2. El iphone, un teléfono lleno de utilidades-inútiles al que estamos subyugados por la factura de internet y por la cantidad de indeseables y desconocidos que nos hablan por el waasup.

  3. El ipod. Un MP3 muy caro.

  4. La familia MAC. Ordenadores para gente pija (o que lo pretende, dado su precio)  y tan bonitos que apetece darles un bocao'. En otro tiempo eran de verdad exclusivos, pero ahora están hechos como el resto, en una cadena de montaje china.

  5. Software vario. Lindezas de diseño más o menos eficientes que para ser usadas es obligatorio pagar el peaje de usar sólo productos manzanita. Un premio al marketing y al comercio agresivo.
“Todos los productos de Apple son mejores”. Ese es el mandamiento. ¿Mejores para qué? ¿Para jugar al Counter Strike seis horas al día y para programar dos? ¿Para Photoshop? ¡Iros a cagar! 

Os juro por mi respetable madre que he llegado a ver a una de estas criaturas en un bar abriendo uno de esos cacharros y encontrarme que el tipo tenía instalado Windows XP. Pero ahí no acaba la cosa, porque si la gilipollez de enchufarse en una fiesta con un portátil MAC que usa Windows es tamaña, ir después directo al tuenti es querer hacerlo bien. Esto es querer ser tonto y además con pedigrí.



Texto de Javier Moreno
Ilustración de Sergio Massó

Cosas modernas






-Filtros de Instagram que sin que lo sepas te hacen los dientes amarillos como los de una rata.

-Hacer fotos a una bicicleta vieja o a un perro triste.

-Las magdalenas con gilipolleces: Cupcackes.

-Fiestas en las que la gente se viste de blanco. Las llaman fiestas ibicencas.

-Góticas con un punto retro o pin-up. Todas ellas con un toque de genuina autenticidad de catálogo.

-El pinterest o “fotologflickrfacebook”.

-Este blog.

-Las dilataciones. Tengo que ver una hecha en una polla... debe ser curioso.

-Tannhauser.

-Los vinilos. Cuanto más antiguos, mejor.

-Las gafas de pasta. Cuanto más grandes, mejor.

-El bigotillo que ni es bigotillo ni nada.

-La rebeca reventada de tu abuelo. Cuanto más reventada, mejor.

-Utilizar cosas que has “reciclado de la basura” combinadas con el último móvil del mercado. A ser posible iPhone.

-Tú y yo.




Texto de Davíd Azorín y Javier Moreno

Ilustración de Sergio Massó