
-Filtros de Instagram que sin que lo sepas te hacen los dientes amarillos como los de una rata.
-Hacer fotos a una bicicleta vieja o a un perro triste.
-Las magdalenas con gilipolleces: Cupcackes.
-Fiestas en las que la gente se viste de blanco. Las llaman fiestas ibicencas.
-Góticas con un punto retro o pin-up. Todas ellas con un toque de genuina autenticidad de catálogo.
-El pinterest o “fotologflickrfacebook”.
-Este blog.
-Las dilataciones. Tengo que ver una hecha en una polla... debe ser curioso.
-Tannhauser.
-Los vinilos. Cuanto más antiguos, mejor.
-Las gafas de pasta. Cuanto más grandes, mejor.
-El bigotillo que ni es bigotillo ni nada.
-La rebeca reventada de tu abuelo. Cuanto más reventada, mejor.
-Utilizar cosas que has “reciclado de la basura” combinadas con el último móvil del mercado. A ser posible iPhone.
-Tú y yo.
Texto de Davíd Azorín y Javier Moreno
Ilustración de Sergio Massó
Texto de Davíd Azorín y Javier Moreno
Ilustración de Sergio Massó
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